miércoles, 6 de julio de 2011

Un recuerdo vale más que 4 lucas...

Esta noche no es normal...
Parece que no será como las otras...
Esta va a ser la última noche que vea junto a mi cañita, mi carrito de toda la vida: mi Nissan Sunny del 86. La vez pasada se me acercó uno de mis causas del barrio diciéndome que su tío había marcado mi "bólido" y me ofrecía 4 luquitas. Tu sabes, barrio; la necesidad. Uno se aloca pensando en otras cosas: la comida, arreglar la jato y otras vainas; y no piensa en el sentimiento, en el bobo que uno inconscientemente le pone a las cosas.

Es cierto, ya esta viejito (bastante viejito). Le he dado de alma, bueno en verdad le hemos porque lo ha manejado todo el mundo en la family. ¿Cuántas cosas he pasado con el Nissan? Mejor dicho ¿Qué cosas NO he pasado con mi carrito, compare? Los paseos familiares, las borracheras, las salidas con mi ñora, las taxeadas espontáneas, las chambitas ocasionales...tooodo papi, son cosas que uno lleva por siempre en el bobo.

Y no puede ser que mañana te vaya a dejar de ver. Y ahora me pregunto ¿Por qué? ¿Es tanta la necesidad de un carro nuevo? Cuando uno ve las cañas del año, en la tele o las que se ven en Lima por allá por Miraflores o San Isidro se pone a pensar ¿En verdad hay necesidad de un carro nuevo al año? ¿Tanto importan las apariencias causita? Es cierto que mi cañita ya tiene sus abolladoras y las lunas ya no suben, también he tenido que llevarlo a parchar llanta o revisar el motor unas cuantas veces pero, nada que no pueda arreglarse. Mientras prenda, todo estará bien...

Lo he decidido...
A la mañana siguiente me acerco donde el tío de mi causa: "Tío sorry pe', varon. Pero esta caña es bobo, la llevo muy adentro y no la vendo por nada del mundo."
El tío me responde resignado y algo azado: "Ya fue pe sobrino, la caña es tuya y el billete mío, se que tu necesitas la plata pero, la decisión es tuya."

Regreso a mi carrito, lo miro, abro la puerta y entro: nervioso pero feliz, mis ojos dejan escapar una lágrima de esas que piden permiso... Los recuerdos siguen conmigo, para siempre. Por que al fin y al cabo, las personas, solo somos eso, recuerdos.

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