La “enciclopedia” Wikipedia define barrio como “toda subdivisión con identidad propia de una ciudad, pueblo o parroquia”. Y claro, en el barrio uno se siente seguro, se siente acogido; con su gente, sus causas, sus patas, sus “broders”, con su batería, con su barrio. Es donde uno hace sus primeros amigos; donde uno ríe y llora, se pelea y juega.
Infaltable el parque donde se reúne la mancha para pelotear, la esquina donde se reúne la gente a “relojear” y la tienda para meterse las ricas “helenas”. Uno a su barrio lo defiende, y si se trata de un barrio adherido a los colores de un equipo de fútbol, más aun.
En un barrunto, la gente se apoya, se cuida, si algo le pasa a uno, le pasa a todos. El barrio se colabora mutuamente, es un grupo recíproco. Las cosas buenas o malas, las sufren o celebran todos. Esto ocurre en Lima, en el Perú, en América Latina; este sentimiento de unidad ante las adversidades, es casi exclusivo de nuestra raza.
El barrio es intocable, pues como dice el gran Rubén Blades: “Y el que se mete con mi barrio, me cae mal.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario