Es hora de variar un poco. Eso de ir al sur todos los fines de semana se ha vuelto un poco aburrido. Ancon no suena nada mal y muchas de mis amigas van, porqué yo no? Una de ellas me invitó, asi que fui para no perder la oportunidad de romper con la rutina del sur. Hay una parte donde los departamentos son lujosos y otra donde son un poco más antiguos pero justo esos son los más acojedores. El malecón es larguísimo pero basta con que grites "anconeeetaaa" y se aparece un carrito que te lleva por todo el malecón a solo un sol cincuenta y de noche la tarifa sube a dos. Todo estaba saliendo muy bien hasta la mañana del domingo.
Caminando por el malecón, giré para ver el mar. Los botes son preciosos, hay muchísimos pescadores. Esto no se ve por Asia. La vista parecía ser espectacular hasta que decidí mirar un poquito más allá. Si les digo que Agua Dulce se queda chico me creen. Toda la gente del pueblo de Ancon veranea en la playa que esta al costado del Club Casino. Llevaban sopa en bolsa y tallarines verdes en taper. Cada sombrilla tenia un centrimetro de separación con la otra, se metían al mar con ropa incluido, era una cosa que no lo podía creer. Me quede impactada realmente, creo que la rutina de ir a Asia todo el verano no estaba nada mal. Para los que nunca antes han ido a Agua Dulce y quieren saber cómo es, vayan a Ancon. En la misma playa tienes las dos caras de la misma moneda. Vaya los pitucos, qué paisaje el que les tocó mirar.
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